Evangelio del día Lunes 12 de Julio - San Mateo 10,34—11,1

Evangelio del día Lunes 12 de Julio



LECTURA DEL DÍA

Del libro del Éxodo 1,8-14, 22

En aquel tiempo, subió al poder en Egipto un nuevo faraón, que no había conocido a José, y le dijo a su pueblo: “Los hijos de Israel forman un pueblo más numeroso y fuerte que nosotros. Tomemos precauciones contra ellos para que no sigan multiplicándose, no sea que, en caso de guerra, se unan a nuestros enemigos, para luchar contra nosotros y se escapen del país”.

Les pusieron, pues, capataces a los israelitas para que los oprimieran con trabajos pesados; y así construyeron para el faraón las ciudades de Pitom y Ramsés, como lugares de almacenamiento. Pero mientras más los oprimían, más crecían y se multiplicaban.

Los egipcios llegaron a temer a los hijos de Israel y los redujeron a una cruel esclavitud; les hicieron pesada la vida, sometiéndolos a rudos trabajos de albañilería y a toda clase de tareas serviles en el campo.

Además, el faraón dio esta orden a su pueblo: “Echen al río a todos los niños que les nazcan a los hebreos; pero si son niñas, déjenlas vivir”.


SALMO

Sal 123,1-3.4-6.7-8
 R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte

- que lo diga Israel -,

si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,

cuando nos asaltaban los hombres,

nos habrían tragado vivos:

tanto ardía su ira contra nosotros. R.


Nos habrían arrollado las aguas,

llegándonos el torrente hasta el cuello;

nos habrían llegado hasta el cuello

las aguas espumantes.

Bendito el Señor,

que no nos entregó

en presa a sus dientes. R.


Hemos salvado la vida, como un pájaro

de la trampa del cazador:

la trampa se rompió,

y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,

que hizo el cielo y la tierra. R.

 


EVANGELIO DEL DÍA

Evangelio según San Mateo 10,34—11,1

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos de cada uno serán los de su propia familia.

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.

El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la salvará.

Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.

El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.

Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa’’.

Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades.

Palabra del Señor


Reflexión Padre Luis Zazano.

Reflexión Fray Nelson Medina

 No permitamos que nuestro corazón se llene de codicia, desconfianza, falsa solución y astucia produciendo maltrato, crueldad y finalmente homicidio.


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